"Y llegó a mis manos la última edición del día. El periódico rezaba unos titulares llamativos y sensacionalistas. Leerlos me causaba grandes risotadas al denotar los sutiles matices hipócritas en aquellas palabras yermas de sentido. Lo interesante de verdad vendría después, en la necrológicas. Una era realmente peculiar:
"Llega el momento en que uno se plantea si es bueno, si es feo,o si es malo. Qué es qué o cómo llegar a cuánto de qué son cuestiones que surgen cuando ya sabes que no estás en el baricentro de este equilátero denominado perfección entre ambos términos. Pero la perfección... ¿es tangible? ¿es real? ¿es un concepto o es una combinación?
Un hombre puede ser bueno: amar y ser maltratado por ello, maltratado por el karma aniquilador de su propia sombra imperfecta, su egoísmo psicológico innato e inmanente en la ignorancia de su supervivencia de herencia animal y noble, tras sus inocentes y cuidados altruismo y generosidad (respectivamente cultivados en el seno de su bondad infinita).
Un hombre puede ser feo por fuera o por dentro: puede elegir entre conocer esa parte oscura de su conciencia aminal y dotarla de raciocinio o darle rienda suelta a su propia necesidad de maldad. Es la parte más maravillosa del bien y del mal, la elección.
Y finalmente un hombre puede ser malo: puede amar por encima de todo, incluso de él mismo y de todo lo que le rodea, o puede cazar, dando paso a su maldad oscura en una amalgama de su amor y su ambición (¿es locura?).
Perfección es la mezcla del hombre bueno que un día fue feo por dentro y llegó a ser malo. Solo el diablo aconseja bien y sabe del ardor del fuego pues está en su interior el aliento del deseo, de la lujuria y el mal. Pero sobretodo la inicencia de la incomprensión de su propia existencia. Perfección es la armonía entre la bondad de amar, la fealdad de la existencia y la maravillosa maldad de saber amar.
Y no soy perfecto, solo soy un rapsoda en las sábanas, un cuentista en las nubes de su propia tormenta de arena que es su rapsodia: su historia que habla por si misma en todos los idiomas, en todas las lenguas, en todos los simbolos universales. Entra dentro y saca todo lo bueno, todo lo feo y todo lo malo. Para mí, tu padre, eres perfecta. Hoy has muerto.
D.E.P. Rapsodia Andaluza"
"Llega el momento en que uno se plantea si es bueno, si es feo,o si es malo. Qué es qué o cómo llegar a cuánto de qué son cuestiones que surgen cuando ya sabes que no estás en el baricentro de este equilátero denominado perfección entre ambos términos. Pero la perfección... ¿es tangible? ¿es real? ¿es un concepto o es una combinación?
Un hombre puede ser bueno: amar y ser maltratado por ello, maltratado por el karma aniquilador de su propia sombra imperfecta, su egoísmo psicológico innato e inmanente en la ignorancia de su supervivencia de herencia animal y noble, tras sus inocentes y cuidados altruismo y generosidad (respectivamente cultivados en el seno de su bondad infinita).
Un hombre puede ser feo por fuera o por dentro: puede elegir entre conocer esa parte oscura de su conciencia aminal y dotarla de raciocinio o darle rienda suelta a su propia necesidad de maldad. Es la parte más maravillosa del bien y del mal, la elección.
Y finalmente un hombre puede ser malo: puede amar por encima de todo, incluso de él mismo y de todo lo que le rodea, o puede cazar, dando paso a su maldad oscura en una amalgama de su amor y su ambición (¿es locura?).
Perfección es la mezcla del hombre bueno que un día fue feo por dentro y llegó a ser malo. Solo el diablo aconseja bien y sabe del ardor del fuego pues está en su interior el aliento del deseo, de la lujuria y el mal. Pero sobretodo la inicencia de la incomprensión de su propia existencia. Perfección es la armonía entre la bondad de amar, la fealdad de la existencia y la maravillosa maldad de saber amar.
Y no soy perfecto, solo soy un rapsoda en las sábanas, un cuentista en las nubes de su propia tormenta de arena que es su rapsodia: su historia que habla por si misma en todos los idiomas, en todas las lenguas, en todos los simbolos universales. Entra dentro y saca todo lo bueno, todo lo feo y todo lo malo. Para mí, tu padre, eres perfecta. Hoy has muerto.
D.E.P. Rapsodia Andaluza"